Hemos disfrutado mucho de este largo fin de semana en Mallorca. Tiempo buenísimo para pasear y dos muy buenos conciertos con nuevos amigos en Valldemossa y en Bunyola.
Por partes, Palma estaba preciosa, con esa luz, esa temperatura. El hotel estaba en lo alto, dominando toda la bahía, y lo suficientemente alejado del centro para que resultara obligatorio el paseo por el puerto deportivo.